Detrás de escena: ¿qué procesos se activan ante una solicitud de jet privado?

Exploramos qué sucede después de que se registra una reserva de jet privado y cómo un equipo de profesionales debe ejecutar una serie de fases antes de proporcionar la solución más adecuada para cada cliente.

La aviación privada tiene mucho que ver con maximizar la eficiencia en costos y tiempo. En nuestra experiencia, la gran mayoría de los pasajeros busca una opción confiable que pueda cubrir la distancia de manera segura, ahorrando tiempo y dinero, evitando terminales abarrotadas y llegando a destinos sin conexión adecuada en la aviación comercial. Eso es, en pocas palabras, la aviación privada.

En cuanto al tipo de aeronave, la mayoría de los vuelos privados duran menos de tres horas hasta el destino, lo que posiciona a un turbohélice o a un jet ligero como la mejor opción en términos de eficiencia general. ¿Qué otros aspectos entran en juego al reservar una aeronave privada específica? Bastantes, y generalmente son ejecutados por un equipo de profesionales en un enfoque de tres fases.

El avión perfecto para cada ruta

Una ruta específica incorpora el factor de alcance a la ecuación y, dependiendo del rango y tiempo de vuelo, un grupo determinado de aeronaves hará el trabajo. Los jets medianos como el Cessna Citation Excel XLS pueden operar hasta seis horas sin escalas, dependiendo de las condiciones de vuelo y del número de pasajeros. A lo largo de 2022, este jet registró más de 45.000 movimientos en Europa y se posicionó como la aeronave privada más popular de todo el continente, según datos de WingX.

Para vuelos de más de seis horas, un jet super mediano o una aeronave privada grande como el Gulfstream G650 para hasta 18 pasajeros, entre muchos otros, son opciones sólidas. Sin embargo, estos son más costosos de operar y necesitan una pista larga, por lo que no podrán llegar a ubicaciones remotas como lo hacen aeronaves más pequeñas.

Otro escenario a considerar es cuando el pasajero necesita llegar a destinos remotos. Con frecuencia, estos lugares cuentan con descensos pronunciados y pistas más cortas de lo habitual, a menudo de grava o césped. Solo hay un puñado de aeronaves privadas que pueden cubrir estas rutas de forma segura, y un bróker de vuelos chárter como Welojets sabrá qué operadores certificados las tienen disponibles.

En este caso, el Pilatus PC-12, el Cessna Grand Caravan y toda la familia Beechcraft King Air son opciones populares, mientras que un único jet pequeño, el Pilatus PC-24, puede operar en condiciones de pista muy estrechas sin pavimento regular. Ese es el tipo de información que cualquier cliente debería recibir de su empresa de chárter aéreo durante el proceso de selección de la aeronave.

Esta fase inicial es ejecutada por el bróker, que empareja las necesidades del cliente con la aeronave adecuada, teniendo en cuenta también algunos de los requisitos secundarios del viaje (fases dos y tres), todo en cumplimiento con los más altos estándares de seguridad de la industria, ya que Welojets es un bróker de chárter registrado por ARGUS.

El rol del equipo de Operaciones

Una vez que se han establecido la ruta y el tipo ideal de aeronave, la disponibilidad de esta es otro aspecto considerable en la ecuación de un itinerario de viaje. Aquí, como afirma Julieta Mercau, miembro del equipo de operaciones de Welojets, “la relación establecida entre un bróker y una amplia gama de operadores será la clave para asegurar una aeronave específica para un cliente, lo que, en última instancia, influirá en el precio final y en la experiencia general de vuelo privado”.

Esta segunda fase está liderada por el equipo de Operaciones, que conoce a la perfección todas las variables del proceso, desde los operadores y aeronaves hasta los aeropuertos, entendiendo lo que se necesita para una planificación sin fisuras. La disponibilidad de la aeronave es una parte importante de la ecuación, así como la aprobación del propietario; sin ellos, no hay vuelo.

Además, los componentes del vuelo y del aeropuerto son cruciales, y hay que considerar muchos aspectos, como permisos, horarios, si se trata de un vuelo doméstico o internacional, y establecer todos los llamados servicios bajo ala, como la asistencia en tierra, los espacios de estacionamiento, la necesidad de deshielo y la cantidad de combustible, entre otros.

“Hay muchas piezas en movimiento antes de ofrecer la aeronave adecuada a un cliente”, comenta Jonathan Caia, jefe de Operaciones de Welojets. Y agrega: “cada solicitud es diferente y debe manejarse con un enfoque personalizado. Para permitir que el cliente disfrute de toda la flexibilidad y comodidad de la aviación privada, el equipo de operaciones debe moverse rápido, tener en cuenta todas las variables y entregar una solución segura e integral”.

Maximizando la experiencia en jet privado

Una vez elegida la aeronave, la tercera fase consiste en coordinar todos los detalles y necesidades de cada cliente, ya sea catering, asistencia especial, Wi-Fi o transporte terrestre, entre otros. Este segmento final del proceso es la parte visible para el público y puede causar una gran impresión si se ejecuta bien, impactando, desde el principio, en la percepción del pasajero.

La aviación privada como servicio integral ofrece cualidades comunes en términos de flexibilidad, comodidad, confiabilidad y eficiencia de tiempo. Sin embargo, para realmente maximizar la experiencia sin pagar de más por un vuelo, elegir la aeronave adecuada de operadores confiables y certificados es el primer paso hacia una experiencia única en jet privado.

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